¿Por qué una revista sobre el olvido?
Irak, irak, irak, me recuerda el sonido de una rama al romperse. ¿Aquel hongo de ceniza era Hiroshima o Alemania? ¿Cuántos muertos, quién se acuerda cuántos fueron los muertos? A veces pienso que la mente o la conciencia, si pueden ser por momentos la misma cosa, es selectiva y siniestra. Olvidamos parte de la historia que no nos conviene, decimos la culpa es de unos pocos hijos de puta y nada podemos hacer; o pensamos en soluciones propias de un animal que hace pocos segundos se le dio el atributo del razonamiento -"hay que hacer como Brasil" me dijo un amigo que un conocido le había dicho – ¿Cómo Brasil?!! – "Sí, unos papeles de regalo, se acercan los pibes y se escucha el sonido de la metralla perforando la carne joven". Irak, irak, ahora me suena como el hueso de un cráneo al encontrarse con el mazo. Y otra vez se acerca el olvido para salvarnos el espíritu. "Hay que volver a la fuentes" decía una chica de 20 años, instruida toda su vida y con mucha instrucción por delante "Hay que volver a la edad media, cortar manos a los chorros, usar la horca, empalar a las lacras de esta sociedad y hacer un mundo de gente buena". Irak, irak me recuerda un cerebro atrofiado golpeando contra las sienes relucientes bajo un pelo rizado perfecto. Yo me pregunto ¿Esto fue siempre así? ¿El ser humano se olvida constantemente que es parte de un sistema que crea a lo pobres, a los chorros y a los idiotas que dicen "hay que volver a las fuentes? ¿Yo, vos, mis amigos, mi familia en que parte de esta cadena estamos parados? Por momentos nosotros nos encontramos en el mismo lugar que criticamos, a escalas mínimas, en el pequeño poder que nos da ser el dueño de la pelota en un partido de barrio, en la lucidez relativa que nos da la facilidad en las matemáticas y refregamos a nuestros compañeros que no entienden demasiado. Queridos amigos, acá es donde la mente prefiere olvidar todo, poner la culpa en el otro en general y no recordar su parte en la historia; el principio del cuento: "Había una vez una sociedad que tenía unos gorditos rozagantes que fueron de a poquito juntando unos gramos de tierrita sobre otro gramito de tierrita hasta llegar a grandes extensiones de planeta y cuando vieron que perdían el poder, sus mentes -siempre brillantes- alcanzaron a crear algo llamado capitalismo". -¿Levante la mano quién prefiere olvidar esta parte de la historia? -A ver vos, el que levantó la mano. – "Hay que hacer como Brasil…" Repetía encolerizado ese conocido del que me contó mi amigo. En fin, algunos prefieren olvidarse… para todos aquellos acá viene la revista a refrescar parte de la literatura que no se olvida.
* Las frases en cursiva y negrita, han sido extraídas de conversaciones reales, lamentablemente
En Octubre conocerá la calle el nuevo número del Acorazado de bolsillo, especial olvido.